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Pro María Bertani – Una tos fuerte se escucha en el pasillo y un policía de la Bonaerense se acerca al presidente de la mesa 5143 para indicar que el afectado se adelante. En el colegio Don Orione de Victoria, localidad del partido de San Fernando, las autoridades de mesa tomaron medidas propias para evitar contagios de la gripe A.

Victoria es un barrio chico, los vecinos se conocen entre ellos y saben de la paranoia que invadió el lugar en las últimas semanas. En la puerta, sobre la calle Simón de Iriondo, tres policías reparten barbijos. Es indispensable ponérselos para entrar. Las mujeres embarazadas y los ancianos, como es de esperarse, tienen prioridad. Pero no solo ellos son tenidos en cuenta, aquellos a quienes la policía nota enfermos al entrar son rápidamente acompañados al inicio de la fila para que permanezcan en el establecimiento el menor tiempo posible.

En los horarios pico, cuando las filas se alargan y llegan a más de 30 personas, son muchos los que se quejan. Cada mesa tiene dos frascos de alcohol en gel y toallitas desinfectantes. Los fiscales chequean el cuarto oscuro en intervalos de 5 minutos y aprovechan para arrojar un aerosol desinfectante y dejar un poco más tranquilos a los vecinos.