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Por Julián Velázquez - En Cañuelas, la falta de boletas y las identificaciones partidarias que llevaban los fiscales del Frente para la Victoria (prohibidas por el reglamento electoral) fueron las principales irregularidades denunciadas por el Acuerdo Cívico y Social. Los comicios comenzaron a horario en Cañuelas, que cuenta con un padrón de unas 33 mil personas. Una postal repetida fue el uso de los barbijos -principalmente por las autoridades de mesa- por prevenir la epidemia de gripe A. El oficialismo gobernante del Frente para la Victoria pone en juego cinco bancas en el Concejo Deliberante y su principal adversario es el Frente Cívico y Social.
Si bien la ciudad fue históricamente radical, en el 2007 asumió el actual intendente kirchnerista Gustavo Arrieta, quien, haciéndose eco de la advertencia del ex presidente Néstor Kirchner, aseguró que este 28 se plebiscitaba su gestión. Fue por eso que, siguiendo la línea de acción de muchos intendentes alineados con el oficialismo nacional, adhirió a las candidaturas testimoniales. Él no se presentó como candidato a concejal, aunque es suplente del Frente para la Victoria, pero colocó a su esposa en primer lugar. Ella es la actual jefa de Gabinete, Marisa Fassi, edil en el Concejo pero con pedido de licencia.
Otra particularidad, en consonancia con las prácticas destinadas a confundir al electorado, fue la existencia de una lista espejo del PJ, el Progreso Social, que es un calco de la oficialista. Se presume que la pulseada principal se dio entre el Frente para la Victoria y el Acuerdo Cívico y Social. El partido del vicepresidente Cobos, Consenso Federal (CONFE), fue liderada en Cañuelas por el rotario Edmundo David Alurralde, Con menos posibilidades, al menos en los boca de urna, venía Unión Pro, que lleva como cabeza de la lista de concejales a Ernesto Alberto Daré.