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Por Ana Papadópulos - El cierre de campaña del Acuerdo Cívico y Social fue en el 3° piso del Buenos Aires Desing, equipado para recibir una cantidad interesante de seguidores: una gran celebración con un notable despliegue de tecnología y toques de glamour.

La decoración del escenario era tan cuidada que, por momentos, se asemejaba a la un programa de televisión estilo Susana Giménez. Por los altoparlantes sonaba la melodía de la campaña como música de fondo, mientras las pantallas gigantes proyectaban la frase: “Vamos Argentina que Acuerdo es Ganar".

La gente bailaba, cantaba, se saludaban, el clima era cordial y de esperanza. Por su parte, los agentes de prensa hablaban por teléfono, chequeando las cifras de las encuestas. Los políticos menos conocidos deambulaban entre el público, presentándose.

La organización y la seguridad era impecable. Los chicos de la red de jóvenes derrochaban una amabilidad que recordaba a las promotoras en las presentaciones de productos de belleza.

Cuando los candidatos fianlmente llegaron al escenario, fueron persentados como estrellas de rock y de a uno. Primero Alfonso Prat Gay, a quien el ardiente público femenino saludó al grito de“Vamos, Potro”. La última en saludar fue, como era de esperar, Elisa Carrió, quien fue recibida con la exclamación: "¡Lilita presidente!".