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Por Belén Ruiz Jelenic y Natalia di Fonzo - Fernando Solanas, de 73 años, logró fusionar dos mundos diferentes en uno. Prestigioso cineasta, empezó su filmografía en 1968 con La Hora de los Hornos y al año siguiente fundó el grupo Cine Liberación junto a Octavio Getino, hasta llegar a las recientes Argentina Latente y La Próxima Estación. Por esa misma línea desarrolla su militancia política, muy ligada a los ideales de Juan Perón.
Tras un largo exilio, “Pino” volvió al país en 1983 y en el ‘89 apoyó a Carlos Menem, a quien luego acusó de traidor, cuando el riojano se negó a cederle las Galerías Pacífico para convertirlas en un centro cultural. Por sus crecientes denuncias vinculadas a la entrega del Estado, sufrió un atentado de grupos ligados a la SIDE que le propinaron seis disparos en las piernas. Entre 1993 y 1997 fue diputado nacional por el Frente Grande, del que también se alejó por discrepancias con “Chaco” Alvarez y Graciela Fernández Meijide.
Con la recuperación de los recursos naturales como caballito de batalla, Solanas logró convertirse en la gran sorpresa de esta campaña, ya que muchos ven en él un referente social con firmes ideales progresistas. Aunque no faltó quien le recordara sus estrechos vínculos con Hugo Chávez y un documento que firmó en apoyo al plan nuclear del gobierno antisemita de Irán, junto al piquetero K Luis D´Elía.