My Blog

Por Ignacio Meroni.

Para empezar, ¿cómo caracterizaría a esta campaña electoral?

El primer rasgo de la campaña electoral es que ha sido pobre el debate de ideas y propuestas; desafortunadamente no ha habido un cotejo de distintos programas con sus matices y características. Quizás el caso más grotesco de todos es cuando De Narváez empieza a decir que va a estatizar las empresas igual que lo va a hacer Kirchner, ¿Cuál es el eje divisor allí? Parece ser el temperamento de las personas. Eso no puede suceder en una sociedad compleja y moderna como la argentina. Yo diría que existió una gran pobreza, no sólo en la calidad de los debates, sino también en los términos de los debates. Un debate puede ser pobre, con mala información, con mala preparación, pero puede ser peor todavía cuando ni siquiera hay términos.
La segunda cuestión que yo vi es una exageración del gasto de campaña. Por ejemplo en Salta, una de las listas del oficialismo declaró 40 millones de pesos, más o menos eso implica hablar de 4.000 millones a nivel nacional. Eso es un gasto que convierte a la política en un fenómeno plutocrático, que quiere decir el gobierno de los ricos. Los que ejercen el poder son los únicos que tienen la capacidad de hacer este tipo de campañas. Esto, como fenómeno político, desnaturaliza la elección y hace que carezca de los atributos que tiene en las sociedades avanzadas, que es cierta paridad informativa y una elección por la gente razonablemente informada de los valores, las diferencias y las conductas de las diferentes propuestas. Eso no existe en la Argentina.
El tercer elemento es que el adelanto de las elecciones, las candidaturas truchas y el hecho de dejar cargos en el ejecutivo para asumir en el legislativo, muestra un patrón de descomposición del sistema político. Es la regla de ganar a cualquier costo sin importar ningún compromiso.
Cuarto punto, y quizás el problema más grave, es la satirización de Tinelli y los candidatos imitando a los cómicos. Inclusive la Presidenta de la Nación haciendo el gesto que hace su personaje para que todos se rían. Es decir, la burla ha terminado en farsa. Nos hemos degradado a un extremo muy serio. Porque eso convierte al sistema político en un enorme chiquero y no nos sirve. Yo creo que eso no es bueno, no es útil y no nos prepara para lo que hay que hacer.

¿Cree que las candidaturas testimoniales y el abandono de cargos en el ejecutivo para asumir en el legislativo no podrían ser más bien una demostración de falta de cuadros políticos?

Ojala fuera eso, yo creo que no lo es. Pienso que es una descomposición; no es importante la sustancia sino el fenómeno marketinero, pero sin tener mucha consideración a la opinión de los votantes.

Las últimas encuestas de Capital Federal dicen que el candidato de Proyecto Sur, Pino Solanas, le habría arrebatado el segundo lugar a Alfonso Prat Gay, del Acuerdo Cívico y Social (ACyS), partido al que usted apoyó abiertamente. ¿Por qué cree que Prat Gay no pudo captar los votos que finalmente irían al macrismo o a Solanas?

Yo creo que es complejo, porque los comentarios de Pino Solanas no tienen nada que ver con las propuestas del ACyS. Yo lo escuché decir que Prat Gay había hecho cosas en Argentina cuando ni siquiera vivía en el país. Eso es un hecho fáctico y comprobable. Y no lo vi pedir disculpas por eso. Tiene una cierta impunidad para decir las cosas que, por alguna razón, la sociedad le tolera.
Creo que Pino Solanas le quita votos básicamente al kirchnerismo y también a formaciones de izquierda, con un planteo cercano a posiciones chavistas, a Irán; es una cosa complicada. Yo no comparto esa visión del mundo y, francamente, me llama la atención el voto de Capital en esa dirección. Me parece un fenómeno que es más importante, incluso, que el propio resultado de las elecciones. Es decir, ¿porque la gente vota una propuesta que a escala internacional lanza un mensaje extremadamente brutal? Creo que Pino Solanas puede ser una profunda frustración para la sociedad.

¿A qué cree que responde eso?

No tengo una buena explicación. A mí me parece que el gobierno de Irán es una expresión monstruosa; no veo como uno se puede solidarizar con eso. Sin embargo esas cosas en Argentina tienen una repercusión, sobre todo en la gente joven, que me cuesta entender. Yo veo que en Teherán se masacra en las calles a los jóvenes por el fraude, por la tiranía, y a su vez hay gente que simpatiza con eso.

¿Pero no cree que el fenómeno Pino Solanas puede haber surgido de un descontento con la gestión de Macri y una posible relación que hizo la gente entre las políticas de Prat Gay con las del Jefe de Gobierno porteño?

El que votó a Macri y está descontento debería votar a una versión que fuera capaz de hacer una gestión más adecuada. El electorado no cambia tanto los valores. No me imagino un votante centrista yendo a un extremo; no ocurre en ninguna parte del mundo. Yo hubiera esperado una sustitución de votos entre Macri y Prat Gay. En todo caso uno puede decir que Prat Gay y el ACyS no lograron capitalizar el descontento de la gente para con la gestión de Macri.

Y en este contexto, ¿Cree que la decisión de Carrió de ir 3era en la lista fue una movida equivocada?

Yo no participo en la construcción del ACyS. Únicamente hice un apoyo explícito porque dentro de la oferta que hay, creo que son los que van a tener más cuidado con la cuestión institucional que, hoy por hoy, es el problema más serio de la Argentina. Yo creo que estamos en un proceso de destrucción institucional y mi impresión es que, si hay un sector más afín a la idea de reconstruir las instituciones, ese es el ACyS.

¿Cómo se entiende el apoyo del gobierno a un candidato como Carlos Heller?

Supongo que no tenían otro candidato. Yo creo que ellos se enfrentaron a un debate muy grande porque tenían un electorado de un alto nivel educacional que había sufrido el impacto de la tragedia de Cromagñon y que reconocía la magnitud de algunos escándalos, como el de las valijas de Antonini Wilson. Por eso necesitaban a alguien que pusiera la cara ante todo eso y levantara esa bandera. Y el que lo hizo fue Heller.

¿No podría ser que desde el gobierno se buscó a un candidato con un perfil marcadamente de centroizquierda para contrastar las candidaturas de Michetti y Prat Gay y, de esta forma, ideologizar la campaña?

Si eso fue así, el objetivo no se logró. Les salió muy mal porque se perdieron votos masivamente. No olvidemos que Filmus sacó casi un 25% en las elecciones para Jefe de Gobierno. Yo creo que el oficialismo tenía un caudal de votos importante en Capital que ha perdido por falencias propias. Y mi sensación es que para siempre.

Muchos analistas atribuyen el crecimiento de la oposición a que estas elecciones son legislativas y muchos votantes se incriminarían por sus propuestas únicamente para ampliar las voces opositoras en el Congreso. Sin embargo, en una elección ejecutiva volverían a votar por el kirchnerismo porque le reconocen una mayor capacidad de gestión ejecutiva ¿Coincide con este análisis?

Si ese concepto, que es muy escuchado, fuera así, Carrió debería hacer unas elecciones espectaculares y, según todas las encuestas, se estaría quedando afuera del Parlamento. Lo único que me queda por pensar es que no es así.

¿Cree que, como dice la oposición, estas elecciones van a representar una derrota para el oficialismo, más allá de que las encuestas dan cuenta de que sería la fuerza, que a nivel nacional obtendría el mayor porcentaje de votos y que, además, triunfaría en la Provincia de Buenos Aires, el distrito electoral más importante del país?

Yo creo que van a perder las mayorías legislativas, eso seguro. El gobierno va a tener que afrontar una situación fiscal y financiera muy delicada y ahí va a tener que revelar la realidad. Ahí es cuando se va a ver cuál es el nivel real de respaldo que tiene y su capacidad de gobernar. Acá se ha barrido todo bajo la alfombra hasta el 28, pero después del 28 se va a tener que levantar la alfombra y mirar.

¿En ese caso cree que el gobierno va a buscar acordar con los sectores peronistas que hoy son opositores?

Esa es mi sospecha. Creo que se va a buscar un pacto dentro del mismo peronismo, como se ha hecho toda la vida.

¿Este peronismo incluye a De Narváez?

Objetivamente.

¿Y la oposición como podría reacomodarse para enfrentarse a esto?

Si los resultados son los que se manejan la oposición se encuentra en una situación muy crítica porque el peronismo habría concentrado un porcentaje de votos del 75 u 80% en la Provincia de Buenos Aires. Yo creo que si estos resultados que se vienen barajando se terminan dando la oposición queda muy complicada para la elección de 2011.

¿Cuál es la importancia real de esta elección legislativa?

La elección ejecutiva del 2011 depende de ésta del 2009. No es muy fácil construir el 2011 sin el 2009. En este régimen institucional uno necesita dos elecciones consecutivas para obtener un control parlamentario razonable.