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Por Jésica Neuah - Como consecuencia del frío y la psicosis por la gripe A, en las escuelas del conurbano bonaerense los votantes guardan distancia entre sí y evitan el contacto con los papeles y otros materiales.

El cuidado extremo adquiere distintos niveles según los colegios. En el María Reyna de Lanús Oeste, no hay presencia de barbijos, solo alcohol en gel y una esponjita usada para poder cerrar los sobres. No se observaban distancias entre las personas, quienes recorrían los estrechos pasillos en busca de las mesas para votar.

No ocurre lo mismo en la Escuela 28 de esa localidad. Allí, las precauciones tomadas para prevenir la gripe asustan a las personas que esperan sufragar. Todo el personal policial lleva barbijo, abunda el alcohol en gel y las plasticolas para pegar los sobres, y nadie usa las esponjas -que no son descartables- por miedo al contagio. Se observa, además, una distancia extrema entre los votantes, quienes intentan mantenerse lo más lejos posible de todo aquello que puede colaborar a la expansión del virus.

En esta “elección descartable”, los votantes tratan de mantener la compostura, no mirar para los costados, embocar el sobre lo más rápidamente en la urna y regresar a toda velocidad hacia sus hogares donde, con seguridad, se sentirán más calentitos y a salvo.